TOÑO: HIJO, HERMANO, PADRE, AMIGO, COMPAÑERO

Luis Antonio González Rivera nació el 22 de marzo del año 1963. Fue el cuarto de 9 hermanos hijo de Belisario González y Rosa Rivera. De niño fue bastante tranquilo, introvertido y llorón. Un poco opacado por sus hermanos mayores, fue buen alumno, excelente hijo y muy preocupado de su entorno familiar. Un hermano sobreprotector, atento de poder ayudar en tareas y quehaceres de la casa. De más adulto, fue un trabajador inquieto. Le gustaba aprender cuanto pudiera, desarrollando un especial interés por la artesanía, aprendiendo a hacer macramé y trabajar en carpintería.

Desde temprana edad sintió en su vida la vocación por el servicio social, participando activamente en las colonias urbanas, de monitor con niños.

Estudio su enseñanza básica en la Escuela Nº 67, de la pobla, y su enseñanza media incompleta, en el Liceo Nº 71, que tuvo que abandonar para trabajar como cargador en la vega, vendedor, carpintero, comerciante, lo que fuera para ayudar en la casa.

Como todo muchacho era un poco pretencioso, pero tenía razones porque tenía éxito con las mujeres.

En el año 1987 entro a las filas del FPMR. Como todo en su vida se lo tomaba en serio, con responsabilidad asumió su papel de revolucionario combatiente y fue así como murió y entregó su vida por los ideales y principios que tenia. Una vida truncada en plenitud, su rol de padre cortado sin haber podido dar y demostrar todo el amor que pudiera haber dado a sus hijos Fernanda y Javier.

El 13 de diciembre del año 1990, es asesinado tras un enfrentamiento con Carabineros, en la localidad de Molina, Sexta Región, a los 27 años, Luis Antonio González Rivera. Pero sigue viviendo el comandante Boris, el de Los Queñes, el de las acciones milicianas en defensa de la dignidad de su pueblo, el del trabajo de construcción infatigable.

Tú y yo sigamos recordando, no su muerte, sino los valores por los que él vivió, amo y luchó: por la justicia, por la igualdad, por la libertad.

Así, el Toño, el Cunini y el Boris seguirán viviendo entre nosotros y su huella nos seguirá orientando en el camino.

COMO CADA AÑO TE RECORDAMOS, PARA SABER QUIENES SOMOS, PARA SABER PARA DONDE VAMOS